SOLAS: CONVENIO INTERNACIONAL PARA LA SEGURIDAD DE LA VIDA HUMANA EN EL MAR, 1974
De todos los convenios internacionales que se ocupan de la seguridad marítima, el más importante es el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS). Es también uno de los más antiguos, habiéndose adoptado la primera versión del mismo en una conferencia celebrada en Londres en 1914. Desde entonces ha habido otros cuatro convenios SOLAS: el segundo fue adoptado en 1929 y entró en vigor en 1933; el tercero se adoptó en 1948 y entró en vigor en 1952; el cuarto fue adoptado (bajo los auspicios de la OMI) en 1960 y entró en vigor en 1965; mientras que la versión actual se aprobó en 1974 y entró en vigor en 1980. En los convenios SOLAS se ha prestado atención a muchos aspectos de la seguridad en el mar. La versión de 1914, por ejemplo, incluía capítulos sobre seguridad de la navegación, construcción, radiotelegrafía, dispositivos de salvamento y prevención de incendios. Estos temas todavía siguen figurando como capítulos separados en la versión de 1974.
El Convenio de 1914, como el título del mismo indica, trataba primordialmente de la seguridad de la vida humana. El periodo de fines del siglo XIX y principios del XX fue el de mayor auge en el transporte de pasajeros por mar, ya que no existían aviones y todavía tenía lugar, en gran escala, la emigración de Europa a las Américas y a otras partes del mundo. Por lo tanto, los buques de pasaje representaban un medio de locomoción mucho más común de lo que es hoy y, frecuentemente, los accidentes se traducían en gran pérdida de vidas. Durante dicho periodo, la media anual de víctimas a resultas de los accidentes sufridos solamente por buques británicos era de entre 700 y 800. El suceso que condujo a la convocatoria de la Conferencia internacional de seguridad marítima de 1914 (SOLAS) fue el hundimiento del transatlántico Titanic, de la compañía White Star, durante su viaje inaugural en abril de 1912. Más de 1 500 personas perecieron, entre pasajeros y tripulación, y el desastre planteó tantas interrogantes acerca de las normas de seguridad vigentes a la sazón que el Gobierno del Reino Unido propuso la celebración de una conferencia internacional para elaborar nuevos reglamentos. A la Conferencia asistieron representantes.
De 13 países, y el Convenio SOLAS, fruto de la misma, fue adoptado el 20
de enero de 1914.
Este Convenio introdujo nuevas prescripciones internacionales que
trataban de la seguridad de la navegación de todos los buques mercantes;
la provisión de mamparos estancos resistentes al fuego; dispositivos de
salvamento y dispositivos de prevención y extinción de incendios en
buques de pasaje. Otras prescripciones trataban de la instalación de
equipo de radiotelegrafía en los buques que transportasen más de 50
personas (véase el capítulo V) (si los mensajes de socorro del Titanic no
hubieran sido captados por otros buques, la pérdida de vidas hubiera sido
probablemente todavía mayor). La Conferencia acordó también establecer
un servicio de vigilancia de hielos en el Atlántico Norte.
Se tenía el propósito de que el Convenio entrara en vigor en julio
de 1915, pero para entonces había estallado la Primera Guerra Mundial y
no pudo hacerse. Si bien muchas de sus disposiciones fueron adoptadas
por diversas naciones.
En 1927, sin embargo, se formularon propuestas para la
celebración de otra conferencia, que tuvo lugar en Londres en 1929. Esta
vez acudieron a la misma representantes de 18 países. La Conferencia
adoptó un nuevo Convenio SOLAS que básicamente se amoldaba al
mismo modelo de la versión de 1914, pero incluía varias reglas nuevas.
Entró en vigor en 1933.
Uno de los dos anexos del Convenio tenía por objeto revisar la
reglamentación internacional para prevenir los abordajes (Reglamento de
Abordajes).
Para 1948, los adelantos técnicos habían hecho que el Convenio de
1929 quedara anticuado y, una vez más, el Reino Unido fue el país
anfitrión de una conferencia internacional en la que se adoptó el tercer
Convenio SOLAS.
Este Convenio siguió la modalidad ya establecida,
pero en su ámbito quedaba comprendida una mayor gama de buques y era
considerablemente más detallado.
Introducía mejoras importantes en cuestiones como el
compartimentado estanco en los buques de pasaje; normas de estabilidad;
mantenimiento de servicios esenciales en caso de emergencia; protección
estructural contra incendios, incluidos tres métodos alternativos de
compartimentado por medio de mamparos resistentes al fuego, y troncos
para proteger las escaleras principales. Se introdujo un certificado
internacional de seguridad del equipo para buques de carga de arqueo
bruto igual o superior a 500 toneladas, indicación de la creciente
importancia de los buques de carga en relación con los de pasaje, que ya
empezaban a verse afectados por la competencia de la aviación.
Se revisaron también el Reglamento de Abordajes y las reglas
relativas a la seguridad de la navegación, y se actualizaron los servicios de
meteorología y de la vigilancia de hielos. Se incluyó un capítulo separado
que trataba del transporte de grano y de mercancías peligrosas, incluidos
los explosivos. Los adelantos en las radiocomunicaciones habían sido
considerables desde 1929, hecho que se tuvo en cuenta en el Convenio de
1948 (el título del correspondiente capítulo hacía referencia específica a la
radiotelefonía, además de a la radiotelegrafía).
El año 1948 fue particularmente significativo, ya que una conferencia celebrada en Ginebra bajo los auspicios de las Naciones Unidas adoptó el Convenio constitutivo de la Organización Marítima Internacional (OMI), llamada en aquel tiempo Organización Consultiva Marítima Intergubernamental (OCMI). El Convenio SOLAS 1948 reconocía que la creación de esta nueva Organización significaba que, por vez primera, había un órgano internacional permanente con competencia para aprobar legislación respecto de todos los asuntos relacionados con la seguridad marítima. Inicialmente se tenía intención de mantener el Convenio actualizado mediante la adopción periódica de enmiendas bajo los auspicios de la OMI, pero resultó que las ratificaciones necesarias para la entrada en vigor del Convenio constitutivo de la OMI llevaron tanto tiempo que la primera reunión de la nueva organización no se celebró hasta 1959. Por consiguiente, se decidió que más bien que enmendar el Convenio de 1948 sería preferible adoptar un instrumento enteramente nuevo: el cuarto Convenio SOLAS.
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